viernes, 26 de julio de 2013

Un mundo de 20 asientos y 60 años


De la olvidada empresa General Paz hasta la inminente llegada de la 133, pasando por la vieja línea L, los “blanquitos” de la Villa Diego y el ya mítico “Urbanito” de la Municipalidad. Más de medio siglo de historia del servicio de transporte que une a Funes con la vecina ciudad de Rosario.



Aunque hoy la historia del transporte interurbano que une a Funes con Rosario se escribe con letras cargadas de bronca y fastidio de los usuarios por un servicio que creen deficiente, hubo épocas de esplendor, con empresas que marcaron a fuego la memoria de miles de funenses que, día a día, utilizaron sus colectivos para viajar a la vecina ciudad.

Allá por los años 50, la ya olvidada empresa General Paz comenzó a unir a Funes con Rosario. Ninguna de las dos ciudades era, ni por asomo, parecida a la de hoy, y la distancia que las separaba parecía mucho más grande. La General Paz prestó el servicio con exclusividad hasta principios de los 60, y, según algunos memoriosos, siguió brindándolo hasta casi fines de los setenta.

En el ideario del viejo funense seguramente tienen un lugar privilegiado los Mercedes Benz “redondeados” color crema de la Cooperativa Obrera de Transporte Interurbano Limitada, C.O.T.I.L por sus siglas. La famosa línea “L”, tuvo a su cargo el servicio entre Rosario, Funes, Roldan y Carcarañá desde los albores de la década del 60 hasta 1980, cuando el ahogo económico la hizo desaparecer.

Fue allí que hicieron su aparición los recordados “blanquitos” de la Villa Diego SRL. La empresa, que tenía a su cargo el servicio que unía las ciudades de Rosario y Villa Gobernador Gálvez, obtuvo los permisos precarios para cubrir el corredor Rosario-Funes-Roldán y Expreso a Carcarañá.

En los comienzos del servicio, la Villa Diego llevó adelante un curioso derrotero que era toda una aventura. Según consigna el blog Buses Rosarinos, al fusionar el ramal Rojo a V.G.Galvez con la línea a Roldán, esta comenzaba el itinerario en el parador del Frigorifico Swift y recorría los sitios más recónditos de Gálvez, a tal punto que para ingresar a Rosario le insumía un tiempo aproximado de 40 minutos, luego realizaba una breve escala en Plaza Sarmiento y continuaba a Roldán.

La Villa Diego vivió años de esplendor, renovando su flota de coches 0 km. de manera periódica. Pero, a fines de los ochenta comenzó a vivir una franca decadencia. En mayo de 1986 se desprendió de la línea Expreso a Carcarañá y se la transfirió a la empresa Monticas.

En 1993, cuando la Municipalidad de Rosario permitió el ingreso de líneas urbanas a Villa Gobernador Gálvez, y tras desatar una cruenta “guerra del boleto”, la Villa Diego se deshizo del servicio a dicha ciudad, transfiriéndole el ramal a la empresa América.

Así, al quedar bajo la órbita de la empresa sólo la línea de Rosario a Roldán, la Villa Diego pudo concentrar sus esfuerzos, incorporando nuevas unidades que marcaban la diferencia con otras empresas. A mediados de los 90, comenzaron a incluir nuevos servicios diferenciales hacia barrios del Oeste de Rosario, ingresando a Funes por el Aeropuerto Internacional..

Hacia fines de los 90, la crisis comenzó a impactar fuerte en el transporte. Grandes empresas a nivel nacional, como Chevallier, mostraban serias dificultades para sobrevivir. En la vecina ciudad de Rosario, las empresas urbanas se caían una detrás de otra en un preocupante efecto dominó. Villa Diego no sobrevivió a ese contexto.

Comenzada la nueva década de 2000, la falta de inversión impactó en la escasez de unidades y los servicios comenzaron a resentirse. La falta de mantenimiento de las unidades dejaba a los coches  varados en el camino haciendo que llegar a destino fuera una aventura.

Fue así que a nadie sorprendió que en abril de 2001 la Justicia civil y comercial de Rosario decretara la quiebra de la empresa. En diciembre de ese mismo año, la Villa Diego desapareció, dejando profundas huellas en los miles de usuarios que viajaron en sus coches durante dos largas décadas.

Caída la Villa Diego, hizo su aparición con bombos y platillos la empresa Las Rosas. Perteneciente al grupo de empresas gerenciadas por Monticas, Las Rosas se hizo cargo del servicio a Funes y Roldán en diciembre de 2001, en medio de la peor crisis que se haya vivido en toda la Argentina.

Así y todo, Las Rosas entró fuerte con unidades 0 km, marcando una considerable diferencia con los últimos años de desidia de la Villa Diego. Con el correr de los años, pese a la recuperación económica del país, el servicio comenzó a resentirse, demorando la renovación de la flota y comenzando a demostrar problemas en el cumplimiento del servicio.

Pese a eso, en combinación con Monticas, comenzaron a sumar nuevos servicios diferenciales. Semi-rápidos, servicios por calle Mendoza, ampliación del recorrido a las nuevas urbanizaciones de la ciudad, entre otros.

Sin embargo, las quejas de los usuarios continuaron, sobretodo en materia de mantenimiento y limpieza de las unidades, que lucen, a criterio de los usuarios, viejas y descuidadas.

Así llegamos a estos días, en los que una nueva empresa llegará con sus coches a Funes. La línea 133 Negra, de la empresa estatal del Municipio de Rosario Semtur. Cuando los coches grises y naranjas comiencen a fatigar la Ruta 9, más de medio siglo de historia será testigo.

Publicado en la Edición Impresa #1 de InfoFunes, el 20 de abril de 2012
Las fotos son del blog Buses Rosarinos y de funes.gov.ar

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