viernes, 26 de julio de 2013

Siempre es tarde


Seguramente a usted le ha pasado. Está enfrascado en una discusión con alguna persona (elija usted si padre, madre, pareja, amigo o enemigo) y recibe una frase hiriente, humillante. La respuesta exacta, el retruque preciso para vencer al oponente no aparece sino hasta un buen rato después, cuando la discusión ha finalizado. Esa respuesta ingeniosa, punzante, ya no sirve de nada.



Los franceses, que, según parece, tienen un nombre para todo, lo han denominado como “L'esprit de l'escalier”, o más criollamente el “ingenio de escalera”. Esa iluminación en la mente que nos trae la respuesta aguda para doblegar a nuestro oponente en la discusión llega cuando ya nos hemos ido de la escena, cuando nos estamos retirando, cuando “bajamos las escaleras”.

El dueño de ésta frase es el filósofo y escritor francés Denis Diderot, a quien conocemos por haber sido, junto a Jean Le Rond d'Alembert, quien dirigió la redacción de la primer enciclopedia universal editada en Francia (la segunda en el mundo).

Semejante trabajo le llevó unos cuantos añitos (de 1751 a 1772) en los cuales debió sortear deserciones, polémicas y hasta la persecución y censura por parte de la Iglesia y el propio Consejo del rey. Pero para tamaña empresa, Diderot contó con pavada de colaboradores: Voltaire, Montesquieu, Jean-Jacques Rousseau y Adam Smith, entre otros.

Publicado en la edición #7 de la revista Genoma de la Cultura, mayo de 2010.
La foto es de linkiesta.it

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